Conoce el papel que se adapta mejor a tu trabajo de impresión
Aunque se pueda confundir, el gramaje de un papel no es lo mismo que su grosor. Si tenemos un papel que indica que su gramaje es de 150 gr, eso significa que el peso de ese papel es de 150 gramos por metro cuadrado. En cambio, su grosor indica la distancia que existe entre las dos caras de la hoja. Es muy fácil confundir ambos términos, ya que hay papeles que al ser más gruesos dan la sensación de que su peso también es superior.
Para poner un ejemplo: Si ponemos al lado de otro un papel offset y un estucado, el primero parece de tener más peso, dado su grosor. El papel estucado, por su parte, al tener un acabado fino y sin poros, da la sensación de ser un papel más ligero, aunque en general, su peso suele ser superior, dada su composición.
Como veréis más adelante, es importante conocer el gramaje para poder seleccionar el que mejor se adapte a vuestros trabajos de impresión.
El papel se puede clasificar de muchas maneras: según su materia prima, su acabado, según las características de su superficie, según su aplicación o uso, y como hemos visto, según su peso en gramos.
El tipo de impresión que hacemos en oficinas, escuelas o en casa, acostumbran a ser en papel offset, un tipo de papel natural que absorbe mucha tinta debido a su gran porosidad, por ese motivo también se caracteriza por no tener nada de brillo y las imágenes impresas en este tipo de papel tendrán un acabado más apagado. Su gramaje puede ir entre los 50 y los 200 gr/m2, aunque el más común es el de 80gr, presente en los folios que usamos cada día.
Este tipo de papel suele ser el más económico y se puede usar para periódicos, libros, revistas, catálogos, flyers, fotocopias y cartas.
El papel ecológico cuenta con la certificación FSC del Consejo de Administración Forestal (sus siglas en inglés Forest Stewardship Council), que garantiza al consumidor que la madera para hacer papel proviene de bosques de gestión sostenible, se demuestra que en su obtención no ha habido tala ilegal ni prácticas de producción irregular.
Por su parte, el papel reciclado se fabrica a partir del papel usado y para su elaboración se emplean las materias primas que se recuperan del papel o cartón reciclado que se someten a procesos de destintado y blanqueamiento para poder reutilizarse.
El papel estucado es el que más se utiliza en imprenta. Tiene un tacto más satinado en comparación al papel offset, debido a su poca porosidad. Su composición a base de celulosa, al que se le van añadiendo capas de estuco, protegen la impresión de los rayos ultravioletas, por lo que el trabajo final será de mejor calidad y más duradero.
Los acabados de este tipo de papel pueden ser mate o brillante. Al tener menos porosidad que el papel offset, la tinta no se absorbe completamente y se queda en la capa superior del papel, lo que permite presentar colores más vivos.
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